La nanotecnología es el estudio, creación, síntesis, diseño, manipulación y aplicación de materiales, sistemas funcionales y aparatos, por medio del control de la materia en nano escala. Incluye las técnicas y ciencias que permiten manipular las estructuras moleculares y sus átomos y que posibilitarían la fabricación de materiales y máquinas, partiendo del reordenamiento de las moléculas y átomos.
La obtención de materiales novedosos mediante la nanotecnología está modificando la forma de ver el mundo, la arquitectura debe incorporar estos materiales para concebir los espacios habitables del siglo XXI.
La historia de la arquitectura está signada por los procedimientos constructivos y los materiales que han condicionado las características formales y funcionales de las construcciones.
La nanotecnología ha conducido a la nanoestructuración de materiales, derivadas de la investigación de procesos industriales que produjeron una serie de nuevos materiales a los que puede prediseñarse sus características y propiedades antes de su creación. Los materiales resultantes poseen comportamientos completamente diferentes a los materiales tradicionales.
Por otra parte, los nanosistemas buscan la creación de nanomáquinas capaces de realizar funciones de computación, fabricación, cirugía, exploración o protección, empleando átomos como componentes elementales de un sistema cibernético.
Ambos aspectos ofrecen nuevos horizontes a la arquitectura, abriendo las posibilidades a la construcción de edificios con materiales y técnicas novedosas y cuya apariencia y propiedades serían innovadoras.
Los materiales nanoestructurados en la arquitectura:
Los materiales nanoestructurados se diferencian de los materiales comunes en que su estructura molecular tiene granos más pequeños, entre cien y mil veces menores que los de dichos materiales. Además de esto, dentro de un mismo volumen, poseen una cantidad de átomos inferior, equivalente al 0,001%. Por consiguiente, se produce un ahorro considerable de materia en los materiales nanoestructurados y como corolario el peso es mucho menor. Estas cualidades permiten dotar a los materiales de nuevas e insospechadas características.
El proceso que permite la obtención de los materiales nanoestructurados es la síntesis física de vapor, un proceso que expone al material común a temperaturas superiores a su punto de fundición, lo que ocasiona una evaporación superficial de átomos que son capturados como cristales por un colector enfriado a bajas temperaturas, esto ocurre en una atmósfera constituida por un gas especial. Los cristales restantes se retiran del colector y se prensan para moldear objetos. Al controla el ritmo de evaporación, elegir el tipo correcto de gas y controlar su presión atmosférica, se logra cambiar la resistencia a la fractura, la plasticidad, la elasticidad, el color, la transparencia, la resistencia a la corrosión, las reacciones químicas, el comportamiento eléctrico y magnético, la resistencia acústica y térmica de estos materiales.
Todo tipo de material sólido puede ser nanoestructurado (metales, cerámicos, semiconductores y polímeros). Estos son los materiales que emplea la arquitectura actual, por lo que se abren grandes posibilidades.
Entre los resultados obtenidos se encuentran: metales cinco veces más resistentes que los naturales; cerámicas que nunca se fracturan, apenas se deforman; materiales que cambian de color de acuerdo a la luz que se les aplique y pueden volverse totalmente transparentes; semiconductores trescientas veces más eficaces; cerámicas que resisten altas temperaturas y atmósferas corrosivas.
Estos nuevos materiales permitirían realizar edificios con estructuras más esbeltas que soportaran cargas cinco veces mayores y con estructuras más esbeltas y una altura cinco veces superior. Podríamos imaginar edificios con paredes y pisos que cambiaran de color de acuerdo a la luz solar, esto nos permitiría tener muros divisorios transparentes durante el día y opacos por la noche. Las casas normales serían tan livianas que podríamos trasladarlas, el transporte de materiales sería sumamente sencillo.
La obtención de materiales novedosos mediante la nanotecnología está modificando la forma de ver el mundo, la arquitectura debe incorporar estos materiales para concebir los espacios habitables del siglo XXI.
La historia de la arquitectura está signada por los procedimientos constructivos y los materiales que han condicionado las características formales y funcionales de las construcciones.
La nanotecnología ha conducido a la nanoestructuración de materiales, derivadas de la investigación de procesos industriales que produjeron una serie de nuevos materiales a los que puede prediseñarse sus características y propiedades antes de su creación. Los materiales resultantes poseen comportamientos completamente diferentes a los materiales tradicionales.
Por otra parte, los nanosistemas buscan la creación de nanomáquinas capaces de realizar funciones de computación, fabricación, cirugía, exploración o protección, empleando átomos como componentes elementales de un sistema cibernético.
Ambos aspectos ofrecen nuevos horizontes a la arquitectura, abriendo las posibilidades a la construcción de edificios con materiales y técnicas novedosas y cuya apariencia y propiedades serían innovadoras.
Los materiales nanoestructurados en la arquitectura:
Los materiales nanoestructurados se diferencian de los materiales comunes en que su estructura molecular tiene granos más pequeños, entre cien y mil veces menores que los de dichos materiales. Además de esto, dentro de un mismo volumen, poseen una cantidad de átomos inferior, equivalente al 0,001%. Por consiguiente, se produce un ahorro considerable de materia en los materiales nanoestructurados y como corolario el peso es mucho menor. Estas cualidades permiten dotar a los materiales de nuevas e insospechadas características.
El proceso que permite la obtención de los materiales nanoestructurados es la síntesis física de vapor, un proceso que expone al material común a temperaturas superiores a su punto de fundición, lo que ocasiona una evaporación superficial de átomos que son capturados como cristales por un colector enfriado a bajas temperaturas, esto ocurre en una atmósfera constituida por un gas especial. Los cristales restantes se retiran del colector y se prensan para moldear objetos. Al controla el ritmo de evaporación, elegir el tipo correcto de gas y controlar su presión atmosférica, se logra cambiar la resistencia a la fractura, la plasticidad, la elasticidad, el color, la transparencia, la resistencia a la corrosión, las reacciones químicas, el comportamiento eléctrico y magnético, la resistencia acústica y térmica de estos materiales.
Todo tipo de material sólido puede ser nanoestructurado (metales, cerámicos, semiconductores y polímeros). Estos son los materiales que emplea la arquitectura actual, por lo que se abren grandes posibilidades.
Entre los resultados obtenidos se encuentran: metales cinco veces más resistentes que los naturales; cerámicas que nunca se fracturan, apenas se deforman; materiales que cambian de color de acuerdo a la luz que se les aplique y pueden volverse totalmente transparentes; semiconductores trescientas veces más eficaces; cerámicas que resisten altas temperaturas y atmósferas corrosivas.
Estos nuevos materiales permitirían realizar edificios con estructuras más esbeltas que soportaran cargas cinco veces mayores y con estructuras más esbeltas y una altura cinco veces superior. Podríamos imaginar edificios con paredes y pisos que cambiaran de color de acuerdo a la luz solar, esto nos permitiría tener muros divisorios transparentes durante el día y opacos por la noche. Las casas normales serían tan livianas que podríamos trasladarlas, el transporte de materiales sería sumamente sencillo.
La nanotecnología ha permitido la creación de materiales nuevos con propiedades asombrosas. La arquitectura se ha beneficiado con estos materiales aplicándolos en el campo de la domótica y continuará haciéndolo en la medida en que los mismos surjan.
Los procedimientos constructivos y los materiales de construcción han comandado la arquitectura a través de la historia. El diseño arquitectónico es resultado de la tecnología disponible y de esto deriva la forma y la funcionalidad de las construcciones resultantes.
La domótica está cambiando el concepto de arquitectura, al aplicar la tecnología a todos los aspectos que determinan el funcionamiento de una casa. La ciencia y la tecnología de nuestros días están estrechamente ligadas, de ellas surge la nanotecnología.
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